Diabetes, maloclusiones, respiradores bucales, impactación alimenticia, factores de tejido blandos, oclusión traumáticas, tensión, hormonas, drogas, enfermedades sistémicas, anomalías genéticas, perforaciones laterales de conductos en su preparación endodóntica, anormalitas de la anatomía dental (perlas de esmalte y raíces invaginadas de furcaciones en molares