Los cuidadores, padres y madres de familia, formamos grandes expectativas sobre el desarrollo educativo de niñas, niños y adolescentes. Otorgarles la mejor formación la mejor formación nos resulta primordial; sin embargo, dicha labor no está circunscrita sólo a los maestros y maestras, ya que como lo marca la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes: quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guardia y custodia, tienen derecho y responsabilidad a intervenir en su educación.