Teoría de La Continuidad (Atchley): La última etapa de la vida prolonga las etapas anteriores, por lo tanto, los hábitos, gustos y estímulos personales adquiridos y elaborados a lo largo del perido de vida anterior, persisten en la vejez, lo cual influirá en la adaptación social a la vejez en el tema de la conducta, así también consecuentemente en la jubilación.