Son fragmentos de células, discoidales, pequeñas (2-3 μm) y en una proporción de 250000/mm3 de sangre (aunque esto es variable). Desempeñan un papel importante en la hemostasis, es decir, en la detención del flujo sanguíneo cuando un vaso se lesiona. Las plaquetas, cuando esto sucede, se adhieren a la pared del vaso lesionado, formando un trombo plaquetario que tapona la lesión y detiene la salida de sangre. También intervienen en la coagulación sanguínea, que se produce cuando la lesión es extensa.