Ante la noticia de la abdicación de Fernando VII al trono de España (recibida el 6 de julio de 1808), el cabildo de la Ciudad de México con mayoría criolla pidió al virrey, José de Iturrigaray, asumir el control directo del gobierno, de esta manera se pedía reconocer la soberanía de la nación. Un grupo de españoles encabezados por Gabriel de Yermo, impidieron esta acción y destituyeron del cargo a Iturrigaray, encarcelando a los principales instigadores