La cultura del pensamiento crítico no es fácil, de hecho, requiere ciertas condiciones y criterios para hacerla una realidad educativa y humano. En la práctica educativa, se necesita una orientación oportuna y positiva de por parte del docente, pero es fundamental dejar claro que el pensamiento crítico no es momentáneo o de esporádico, incluso podría ser que es una actitud hacia la vida que debemos desenredar donde antes no había que desentrañar. El pensamiento crítico como habilidad, si así lo cree, no es una pregunta que pueda ser como un recetario para una asignatura, una clase o un curso, por el contrario, debe ser considerada como una habilidad , que, junto con otras, permiten una integral.