Reacciones neurótico depresivas

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Este tipo de depresión puede ser una perturbación del humor. Es una reacción a la amenaza de la pérdida o a la pérdida, a la desaprobación, al fracaso o a la desilusión. Siendo los síntomas básicos el desaliento, la subestimación de si mismo y la búsqueda de apoyo. Este tipo de personas renuncia a la iniciativa, no se logra interesar por las cosas, la gente o las actividades, expresa continuamente sentimientos de desprecio, desesperación e inferioridad.

Su regresión es parcial, aunque es profunda, limitada en su amplitud, una gran parte del yo sigue intacta. El menospreció de sí mismo se vuelve una reacción neurótica depresiva cuando el individuo termina preocupada crónicamente de ser un fracaso, no valer nada y no tener un futuro.

Se definen como desórdenes del humor en donde se expresan la ansiedad y tensión en forma de subestimación de sí mismo, abatimiento, alteraciones somáticas y quejas repetitivas acerca de sentirse desesperados, despreciados e inferiores. Teniendo la culpa un papel predominante.

Funciones adaptativas: este tipo de reacciones son adaptativas ya que mantienen al individuo en contacto efectivo con su ambiente, además de impedir una regresión, permiten que reciba ayuda externa al momento de estar luchando contra los ataques destructivos del superyó. Gracias a las quejas continuas la persona neurótica depresiva estimule a sus amigos y familiares equilibren los sentimientos de desprecio, inferioridad y desesperación de este, gracias al apoyo y el decirle lo contrario a lo que siente. Esto último se considera como el mecanismo de defensa que la persona tiene contra los ataques del superyó.

La persona que siente el ataque del superyó como una sensación de desprecio y abatimiento, reafirma esta aflicción. Los continuos ataques del superyó mantienen los síntomas.

Aspectos clínicos de las reacciones neurótico depresivas

Estas depresiones pueden adoptar varias formas dependiendo de la manera en la que las personas deprimidas expresan sus sentimientos de futilidad y desaliento, en parte de la intensidad de reacción y en parte del carácter del componente somático. Cuando una depresión se vuelve severa y aguda, la persona pierde el control de las relaciones de objeto y sufre una regresión severa que suele necesitar hospitalización o su equivalente.

Factores precipitantes

  1. Pérdida de amor o apoyo emocional: el adulto que tiene esta depresión requiere de apoyo emocional para ayudar con su autoestima. El sentirse amenazado por la pérdida del amor, o la pérdida de este hace que el paciente puede ser un ataque en el lugar más vulnerable de su personalidad. Cuando una persona querida muere resulta una forma que puede ser peligrosa, un paciente depresivo puede reaccionar suma y primitivamente ambivalente en sus relaciones amorosas, pudiendo resentir de manera irracional que la persona se haya ido, u odiarlo, otra cosa que puede hacer es identificarse con la persona fallecida.
    También puede perder el amor sin la necesidad de la muerte, y esos abandonos, pérdidas y desilusiones perturban de manera profunda el equilibrio interno de la persona dependiente, provocando la hostilidad, culpa y abatimiento.
  1. Fracasos personales o económicos: el fracaso golpea de manera directa al núcleo de los sistemas de seguridad con lo que estas personas intentan rodearse. Cuando se pierde el poder, prestigio, dinero o propiedad o cuando empiezan a desaparecer la belleza, salud y la juventud, todo esto pueden separar a las personas de sus fuentes de apoyo. Muchas de las personas potencialmente depresivas no pueden no tener estas fuentes de apoyo, ya que las necesitan para equilibrar la debilidad y el hambre internos que se sienten su organización de personalidad. Para este tipo de personas los privilegios personales y económicos significan la realización inconscientes más urgentes, que son el amor y el cuidado.

3.Nuevas responsabilidades: pueden desencadenar una depresión neurótica. Para algunas personas el hecho de recibir una promoción los hace sentir inconscientemente culpables porque representa algún triunfo prohibido de la infancia. Teniendo esto relación con las depresiones por promoción. Otro ejemplo es el de un negociante que ve sus logros reconocidos, pero cae en una depresión, esto puede ser porque ese triunfo representa una victoria en contra de su figura paterna o fraterna, que este suplementando o la perspectiva de una responsabilidad en aumento aleja la satisfacción de la necesidad inconsciente de amor, protección y dependencia.
No todas las personas son claramente pasivas, débiles o dependientes, ya que muchos llegan y conservan niveles de logro.

Comienzo de las depresiones neuróticas

Las reacciones neuróticas a menudo son por algo que perturbaría a cualquiera, y no logra recuperar el equilibrio. Comienzan con una descomposición súbita en donde la persona ha conservado una organización de la personalidad, aunque las tensiones internas la organización defensiva no son lo suficientemente estables para resistir el estrés externo severo. Al presentarse un fracaso súbito o pérdida y se frustran las necesidades de dependencia, la persona cae en una depresión.

La depresión se forma gradualmente, ya sea por el desarrollo continuo de ansiedad y tensión o por crisis menores que dejaron una tensión creciente. Y la pérdida, fracaso o frustración de las necesidades de dependencia, terminan poniendo en marcha la depresión.

En el periodo de incubación se encuentran productos familiares en el surgimiento de ansiedad y tensión. Quejándose la persona de dolores de cabeza y de espalda, fatiga crónica, dolores y punzadas en las piernas, dormir mal. Existen cambios en el apetito y función gastrointestinal, alteraciones sexuales como irregularidad en la menstruación y aumento en el ritmo sexual, explosiones de enojo, oscuras meditaciones y pesadillas durante la noche, periodos amargos de mal humor, ideas de suicidio y el paciente amenaza con suicidarse.

Desarrollo clínico

Preocupación más honda, paciente expresa preocupaciones por salud física y su capacidad personal. Al crecer estas preocupaciones, la pérdida de interés e iniciativa aumentan, por lo que hay quejas de que lo que hace ya no le causa tanto placer, se refugia en sí misma, se presenta irritabilidad, prefiere la soledad y pierde fácilmente el control, exige mayor atención y que no le agreguen preocupaciones, señalando esto una regresión a una dependencia infantil. Hay quejas sobre perder la concentración, la memoria y no entender lo que los otros dicen, no pudiendo pensar con claridad, extrañamiento y despersonalización moderados.

Muchas personas centran por lo menos por un tiempo, su atención en la excesiva preocupación por su cuerpo, y algunas piensan que la explicación a todas sus dificultades es una enfermedad física. Las quejas acerca de esto, es no sentirse completamente bien, se intensifica la sensación de desánimo, y sensación de inadecuación personal, transforma sus sentimientos de inferioridad en la creencia que su cuerpo es inferior.

Hay quejas de pérdida de interés, iniciativa y placer, se sienten con pereza, preocupación La devaluación de sí mismo es el síntoma más claro, la persona se califica de fracasada, mala y piensa que es una carga para los demás, además de pensar que ya no es lo mismo que antes y que ya no puede resistir más. Todo esto es producto de conflictos inconscientes profundos, de las defensas del yo y de la adaptación, de los pedidos de ayuda externa y de las presiones del superyó. Las fuentes originales de devaluación depresiva, estas derrotan cualquier intento de las demás personas de hacer más fuerte a la persona enferma, estando en un estado de tensión yo-superyó llamado *culpa inconsciente.

El adulto con neurosis depresiva se queja de estar solo, ignorado, abandonado y perdido como lo hace un niño pequeño, siendo fruto de la regresión y son características de un superyó arcaico, las reacciones extremas ante estas actitudes son originarias de un yo infantil reactivado, este tipo de personas se comportan de manera cruel con sus seres queridos, sintiendo remordimientos e incrementando su culpa que aumenta la hostilidad del superyó arcaico.

El sadismo y enojo de estas personas, puede alejar a los demás, aumentando así su sentimiento de soledad, desamparo y abandono. Las razones por las que tienen estas dos reacciones es por la regresión o porque necesitan mucho apoyo y cariño. Muchas veces obligan a los demás a cuidarlos.

Antecedentes dinámico y desarrollo

Implica solo una regresión parcial, por lo que la persona puede continuar con sus actividades, sin embargo esta regresión es más profunda que cualquier otra.

Depresiones neuróticas y reacciones obsesivo compulsivas:

Las personas que tienen alguna de estas regresan a niveles preedípicos, en el momento que es muy importante el bien y el mal, además el yo infantil se enfrenta al superyó arcaico el cual castiga. En las dos reacciones resuelven los conflictos mediante una conducta pública que se expresa con síntomas activos. Las dos son neurosis de culpa.

Entre la diferencias de estas reacciones, esta la más obvia, en las depresivas la persona se siente desanimado y en la otra no. Las personas obsesivo compulsivas están centradas en la acción, recurren a la magia, y trata de solucionar las cosas ellos solos, se muestran seguros, son negativos, obstinados y superficialmente autosuficientes, tratando que los demás se acomoden a sus modos, en cuestión de culpa inconsciente, suelen revelarla en sus castigos penitenciales y en la preocupaciones rituales. Las personas depresivas se vuelcan al exterior y piden apoyo emocional, no desean afirmarse buscando que los cuiden como bebés, se orientan hacia una mayor dependencia infantil que los atemoriza, son sumisas y gregarias pudiendo llegar al parasitismo, en cuestión de culpa a veces la expresan como sentimientos de inferioridad , de desesperanza con poco valor y amor, estando detrás agresión hostil, odio y frustración, pero es común que no estén conscientes de la culpa.

La fijación y la regresión en las reacciones neurótico depresivas

Hay una regresión profunda reactivándose fantasías y conflictos de la fase preedípica, se renueva la lucha infantil por poder, lucha contra un superyó arcaico interiorizado durante la fase de entrenamiento de control de esfínteres y autoafirmación obstinada. La persona adulto que cae en la depresión neurótica cuando tiene una regresión, tiene puntos de fijación originados en la fase en donde la dependencia era mayor a la autoafirmación.

Antes de la fase de control de esfínteres y de autoafirmación, es normal que en la primera niñez haya un periodo de dependencia, todo lo placentero se los dan sus seres queridos. Todos los niños simbolizan en términos orales sus primeras experiencias relevantes, el amamantar transforma los tipos de satisfacción, además de la frustración, privación o agresión en símbolos primitivos, siendo la principal orientación simbólica del niño respecto a su mundo yo-objeto. Los bebés usan su boca, como los adultos usan sus ojos, los adultos transforman en símbolos orales las experiencias no orales usando frases que tienen que ver con la oralidad, también los sueños manifiestos expresan cualquier deseo en términos orales.

Después de un tiempo van dejando la oralidad dependiente y encuentran placeres en las experiencias no orales, se les quita el placer del amamantamiento y presentan muchas dificultades, mostrándose con resistencia a seguir adelante o con miedo a hacerlo, se les complica diferenciar entre abandono y soledad, tiene miedo de volver a su estado anterior, teniendo también la tentación de renuncia a su incipiente independencia. La persona adulta en depresión gracias al estrés que sufre suelen tener una fijación en esta etapa que se menciona, teniendo miedo a volverse dependientes o el conflicto básico de dependencia.

La diferencia principal entre depresión neurótica y depresiva es que la regresión neurótica es parcial. La persona con una depresión neurótica puede tener contacto con la realidad externa.

Defensas en las reacciones neurótico depresivas

Represión defectuosa: la persona neurótica depresivas se libra de la psicótica a través de su capacidad para el mantenimiento de la defensa represiva a un nivel de eficacia razonable, lográndolo mediante la proyección y las quejas que le dan apoyo contra su lucha con su autoestima. En cuestión de represión este tipo de personas busca controlar los impulsos del ello en donde hay ansias por la dependencia oral, también con la represión se busca el control de los ataques del superyó arcaico. Cuando domina el superyó arcaico la culpa amenaza con ser consciente, Debido a que esto no pasa, la proyección, quejas y represión entran. Las represiones no tiene éxito y sus derivados aparecen como síntomas, surge la culpa como una sensación de sentirse responsables por algo, las ansias de dependencia oral surgen como exigencia hacia el apoyo narcisista y representaciones pasivo dependientes, la hostilidad toma forma de quejas, acusaciones de olvido amenazas de daño físico o suicidio.

Empleo defensivo de las quejas

Son quejas continuas acerca de sentirse desanimado, inferior e indigno, poco amado o sin la capacidad de amar. Son procesos de descarga que permiten la salida de las actitudes hostiles del superyó que bombardean al yo, también son urgentes pedidos de auxilio hechas para otros individuos para ayudar con los ataques del superyó arcaico. La persona puede utilizar las afirmaciones, contradicciones y apoyo de las otras personas como apoyo narcisista para impedir el sadismo del superyó. Dos cosas pueden impedir el éxito de esos intentos, que la persona ya no quiera apoyarlos o que los ataques del superyó inconsciente arcaico continúen.

El empleo defensivo de las quejas se dividen en cuatro apartados:

a) Mantenimiento de buenas relaciones objetales: las quejas neurótico depresivas ayudan a la persona a actuar de un modo realista en un campo real de las relaciones interpersonales. El individuo se dedica a un juego de irrealidades muy seriamente, arreglándoselas para tener ayuda de personas reales. El superyó arcaico inconsciente de la persona representa una figura paterna en un principio, que el niño en la niñez la consideraba como destructiva o peligrosa. La persona que ayuda al paciente representa una figura paterna amable sin saberlo. Cuando nadie la apoya se queda sola con su superyó arcaico perdiendo contacto con la realidad externa y tener una regresión a niveles psicóticos.

b) Aseguramiento de apoyo narcisista: son apoyos emocionales como alabar, tranquilizar, estimar, recompensar, sentir autoestima y orgullo. Los individuos neurótico depresivos no tienen orgullo, autoestima y de manera saludable para que sigan dependiendo de otros en un grado infantil. Sin el apoyo narcisista la persona no puede sobrevivir, se encuentra constantemente con tensiones de una culpa inconsciente y si se refuerza su autoestima esa culpa disminuye.

d) Descarga de la agresión del superyó: el insistente menosprecio hacia si mismo en una persona neurótica depresiva es fácil de notar. cuando expresa ese juicio de valor no solo estimula en otros que la contradigan si no también es una forma de descargar la tensión de la culpa, haciendo visible la condena del superyó. Siendo las repetidas acusaciones de si mismo equivalentes simbólicos de una defensa continua del superyó, aliviando su estrés interno y satisfacen su necesidad de un castigo.

d) Descarga de tensión del yo y el ello: La hostilidad inconsciente que en las reacciones neurótico depresivas crea las intolerables tensiones de culpa provienen del yo y el ello inconscientes y el superyó. Las personas dependientes se sienten continuamente frustradas por los demás, no se sienten satisfechos con las necesidades que los otros les cumplen. Sus experiencias de frustración generan una hostilidad arcaica violenta y estimula las contragresiones del superyó. Ya que les exige demasiado a sus seres queridos, estos se pueden convertir en los que más le frustran, por eso los atormenta con su desprecio, utilizando afirmaciones acerca de su incompetencia, con amenazas de suicidio y con acusaciones de que los tratan mal.

Proyección: en las depresiones neuróticas la proyección de la agresión del superyó en la realidad externa es una defensa importantes. Se acusa con insistencia a los seres queridos del desprecio al paciente, de infravalorarlo, no amarlo ni respetarlo. Con eso la persona crea una seudocomunidad de imágenes del superyó frías y desdeñosas, permitiéndole quejarse como cuando era un niño, descargando simbólicamente parte de la tensión inconsciente de modo semirreal y obteniendo ayuda de esas imágenes contra los ataques del superyó. Al principio esas protestas ese papel frío y desdeñoso le dan el amor
de esas imágenes de superyó externas, que ayudan a equilibrar el odio infantil que a nivel de superyó tiene. Los seres queridos se dan cuenta que no pueden mantener el proceso y adoptan esas características negativas que el paciente les ha dado. Curiosamente eso ayuda al paciente ya que pueden seguir proyectando sobre ellas la hostilidad del superyó con menos culpa, además le permitirá descargar las agresiones del yo y ello, mostrando odio y resentimiento a quienes les dio la espalda, ahora estos son blanco de las descargas del ello, yo y superyó a través de las relaciones objetales objetivas

La regresión del yo y superyó en las depresiones neuróticas: el funcionamiento y superyó en las personas neurótico depresivas en su mayor parte son normales y permiten que puedan tener contacto con su medio circundante. Aunque la regresión parcial reactiva procesos infantiles que la persona no puede controlar. El patrón infantil que se reactivo expresa deseos, conflictos y miedos los cuales implican una dependencia desvalida. que aparecen como exigencias de tener menos responsabilidad y mayor apoyo emocional pero son tan grandes que nunca son satisfechas y quedan frustradas. Provocando enojo y resentimiento ante la frustración, los adultos que sufren esto creen que nada lo hacen bien. Al ser incapaz de luchar contra el superyó arcaico ya que su yo hace que se sienta poco amado, abandonado e inferior y busca ayuda en otras personas.

Antecedentes infantiles en las reacciones neurótico depresivas

Los principales puntos de fijación de estas personas es en una fase infantil de dependencia oral, de desarrollo preedípico antes de la autoafirmación. Muestra resentimiento, además de expresar sus necesidades de dependencia y volverse dependientes por eso la regresión se reaviva y tienen necesidad de amor y de ser tratados como bebés. Esos conflictos se originan del periodo de transición infantil.

Dependencia oral profunda: la orientación oral domina en los primeros de vida del niño y su primer yo es bucal, experimentando su universo primero con el alimento. El cuidar, cargar, pasear y confortar al bebé son formas de apoyo narcisistas. Las experiencias de alimentar, cuidar confortar y abrigar al bebé son la base para la confianza básica y autoestima, por eso para poder amar normalmente y tener estima en si mismo es necesario haber sido amado plenamente en la infancia. La fijación en el nivel de necesidades orales dependientes profundas es patológica, implica o que al bebé gozó excesivamente de la satisfacción de sus necesidades cuando lo amamantaron o se le negaron las satisfacciones orales, provocando que le niño sea dependiente y sumiso, sintiéndose inferiores, inútiles e indignados.

El menosprecio de si mismo y la culpa inconsciente: la mayor parte de lo que se experimenta en la infancia se volverá después inconsciente, cuando la represión crea límites funcionales que dividen la experiencia en niveles preconsciente, inconsciente y consciente. El superyó arcaico se encuentra entre las primeras experiencias que tienen una represión total volviéndose inconscientes. Únicamente cuando se mantienen las introyecciones arcaicas en un estado desusadamente activo y cuando es inadecuada la represión crean un sentimiento de inferioridad, de falta de amor y de poco valor. Otra cosa que puede provocar estos sentimientos es el enojo y resentimiento suprimidos por la frustración. Puede que haya niños que se enojen más que los demás, si las sanciones de los padres contra los deseos y agresiones prohibidos provocan que el niño se enoje de manera extrema dando una supresión más grande en los padres y esa rabia se suprime.

Buenas relaciones de objeto: en el marco de una relación poderosamente dominante-sumisa hay muchas oportunidades de libertad de identificación y expresión con las características de los padres y eso genera buenas relaciones de objeto. Unos padres dominantes es para el niño un modelo de identificación, siempre cuando pueda encontrar canales de expresión que no sean de oposición para el padre dominante. Los padres que fomentan la dependencia son capaces de recibir y dar afecto sin romper los límites del yo de su hijo.

La terapia en las depresiones neurótico depresivas: tiene muchas probabilidades de éxito, pero se tiene que tomar en cuenta que la terapia es para mejorar nada más. Un terapeuta que sea permisivo con suficiente fuerza de yo puede ser la base para la introyección del paciente, esta modifica el equilibrio interno del superyó volviéndolo menos sádico y peligroso, reduciendo la hostilidad original del superyó arcaico y será menos hipersensitivo a las agresiones del yo y a los impulsos prohibidos del ello. Las actitudes del superyó pueden llegar a volverse conscientes en terapia, en especial si se evita usar una jerga técnica, pudiendo ser más accesible. También puede pasar si la hostilidad inconsciente del yo respecto a los seres queridos se mete en las organizaciones del consciente y preconsciente. La relación de quejas y el hecho de quejarse con la sensación inconsciente de culpa puede aparecer.

Depresiones neuróticas y depresiones psicóticas: en las neuróticas la persona regresa a niveles de dependencia orales en una regresión parcial y las relaciones de objeto siguen muy intactas, se conserva la organización defensiva y mantenerse conversaciones a un nivel realista. La resistencia a la regresión surge de la capacidad de mantener relaciones objetales adecuadas. Las psicóticas tienen un nivel de regresión subtotal, a través del yo-superyó fuerte, esta persona puede estar a salvo de caer en ese tipo de fragmentación del yo que se ve en la esquizofrenia, es más capaz de mantener una conversación genuina con otros que los neurótica depresivos, habla de su destino en ruinas, su autocondena y su odio contra sí mismo, no es capaz de recibir apoyo más que pasajeramente, se ha derrumbado so organización defensiva y puede que no se recupere sin hospitalización, perdió su contacto con la realidad externa y la intenta reconstruir mediante alucinaciones.

Referencias: Cameron, N. (1990). Cap. 12 Reacciones neurótico depresivas. Desarrollo de la personalidad y psicopatología. Un enfoque dinámico. (pp. 411-438). Trillas.

Mariana Dolores Guerrero López 184112-6