SIGNOS: Las heces son voluminosas, grasientas y malolientes. Suele acompañarse de pérdida de peso y de deficiencias nutricionales. Existe carga
osmótica en el agua fecal (insuficiencia pancreática, sobrecrecimiento bacteriano, enfermedad celiaca, déficit de lactasa, enfermedad de Whipple, abetalipoproteinemia, síndrome de intestino corto...)