Construyó un sistema filosófico propio. Opuesto a las ideas de su maestro Platón, para quien el mundo se componía de dos planos: el sensible y el inteligible, Aristóteles propuso que el mundo no tenía compartimentos. Criticó, así, la “Teoría de las formas” de su maestro, que postulaba que el mundo de las ideas era el mundo verdadero y que el mundo perceptible era apenas un reflejo de éste. Para Aristóteles, las cosas se componen de una materia y una forma, irremediablemente juntas en la esencia de la realidad, y su verdad puede alcanzarse sólo empíricamente, es decir, a través de la experiencia.