Si alguien con un cuadro de congestión nasal, por proponer un caso específico, intenta oler un perfume, seguramente deba hacer un gran esfuerzo e incluso tal vez no logre percibir la fragancia. Un individuo sin ese síntoma (es decir, que tenga las vías nasales destapadas), en cambio, podrá detectar casi sin esfuerzo ése y cualquier otro aroma. El umbral absoluto de estas dos personas, por lo tanto, difiere.