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PARÁSITOS DEL INTESTINO GRUESO
Enterobius vermicularis
Epidemiología
:
La auto-infección puede ocurrir tras el rascado de la zona y el traslado de los huevos infectivos a la boca por las manos contaminadas.
La transmisión entre personas ocurre si se ingieren alimentos contaminados con los huevos o si se manipula ropa contaminada.
Las hembras grávidas adultas de E. vermicularis depositan los huevos en los pliegues perianales.
También se puede adquirir la infección tras el contacto con otras superficies contaminadas con los huevos (cortinas, alfombras…).
Tras la ingesta los huevos eclosionan y liberan las larvas en el intestino delgado. Los adultos se establecen en el tracto gastrointestinal, principalmente en la zona del ciego y del apéndice.
Se ha descrito una segunda especie de Enterobius, E. gregorii, en Europa, África y Asia aunque a efectos prácticos la morfología, el ciclo, la presentación clínica y el tratamiento son iguales que para E. vermicularis.
Antes denominado Oxyuris vermicularis, es un nematodo (gusano redondo) intestinal que es una de las principales causas de helmintiasis en humanos, siendo este el único reservorio natural de la infección.
Ciclo biológico
Las hembras grávidas migran por el recto hasta la zona perianal donde depositan los huevos, habitualmente por la noche.
Las larvas contenidas en los huevos generalmente maduran en 4-6 horas y tras este tiempo se vuelven infectivos.
Los adultos sobreviven de 2 a 3 meses pero la mayoría de personas infectadas están parasitadas por numerosos adultos de E. vermicularis (en algunos casos, varios centenares de estos helmintos).
Los huevos suelen perder su infectividad tras 1-2 días en entornos cálidos y secos pero pueden sobrevivir más de dos semanas en condiciones más húmedas y si las temperaturas son más bajas.
El periodo que transcurre desde la ingesta de los huevos hasta la oviposición por las hembras adultas suele ser de un mes y cada adulto puede producir más de 10.000 huevos.
Clínica
El rascado resulta en la inserción de los huevos debajo de las uñas y esto facilita la auto-infección y la transmisión de persona a persona. Si la excoriación de la piel por el rascado es importante en algunos casos se produce sobreinfección bacteriana.
Si la carga parasitaria es elevada también puede producir dolor abdominal, nauseas y vómitos.
El síntoma más frecuente es el prurito anal, de predominio nocturno, que se produce por la reacción inflamatoria secundaria a la presencia de los adultos y los huevos en la piel perianal.
La mayoría de infecciones por Enterobius son asintomáticas.
Ocasionalmente, los adultos pueden migrar a localizaciones extra-intestinales y se ha descrito la vulvovaginitis, la salpingitis, la ooforitis, granulomas del cérvix y la inflamación peritoneal secundaria a E. vermicularis.
Diagnóstico
Se suele realizar la toma de varias muestras, por la noche o a primera hora de la mañana, para aumentar el rendimiento.
El examen de heces suele tener menor sensibilidad porque los adultos y los huevos no suelen eliminarse en las heces.
Habitualmente se utiliza cinta adhesiva trasparente (”celo”) que se adhiere a la piel perianal y luego se pega a un portaobjetos para el examen microscópico en busca de huevos.
Tratamiento
El tratamiento de la enterobiasis suele realizarse con mebendazol, albendazol o pamoato de pirantel (con dosis ajustada a peso) en dosis única y se recomienda repetir la dosis a las 2 semanas para aumentar las tasas de curación y prevenir recurrencias.
También es recomendable tratar a todos los convivientes de forma simultánea para interrumpir la transmisión intrafamiliar. Las medidas higiénicas, como el lavado de manos y de la ropa, son esenciales.