La razón de esta dependencia estriba (entre proveedores, distribuidores,
minoristas, público en general, la competencia, los consumidores o usuarios, clientes internos, agencias publicitarias) que la comunicación es
un ingrediente orgánico de todas las relaciones, y como cualquier otro elemento de las relaciones sólo tiene sentido y significado en términos de
las relaciones que la originan, a las cuales integra y a la vez influye (O’Sullivan, 1997)