Se estima que el 90% de los cuadros febriles en niños menores de cinco años son ocasionados por enfermedades leves, autolimitadas de origen viral. Sin embargo, el problema radica en que la fiebre puede ser la forma de presentación inicial de una enfermedad grave como meningitis, sepsis, bacteriemia, infecciones del tracto urinario, neumonías, enfermedades tropicales.