Toda sociedad moderna necesita una empresa firme y debidamente organizada, dispuesta a incrementar la riqueza de los empresarios, pero al mismo tiempo comprometida con la utilidad social, que se traduce en creación de empleo, que genera salarios y remuneraciones razonables, y paga impuestos. Pagos, donaciones y cargos puntuales determinados por impuestos para usar el dinero para pagar los gastos del estado (gobierno, municipio, etc.)