28 cacahuateras, 13 panaderías, 68 tiendas de ropa, 2 sastrerías, 3 barberías, 4 zapaterías, 7 talleres de orfebrería, 12 tabernas, 1 librería y 1 tienda de anteojos.
La falta de grano provocaba especulación, carestía y peligro de levantamientos sociales.
Para evitarlos se fundaron desde el siglo XVI dos instituciones que se complementaban mutuamente: la alhóndiga y el pósito.
Estos tuvieron una existencia muy azarosa no solo por la malversación de fondos, los intereses creados y la falta de recursos sino porque no podían regular la oferta y la demanda.