Por una parte vimos que el esfuerzo individual depende de la capacidad de la persona y de las oportunidades que la organización le ofrece para lograr cierto desempeño. La capacidad del individuo para alcanzar las recompensas que le ofrece la organización se ve afectada, por una parte, por factores higiénicos y motivacionales, y por otra, por el refuerzo. La comparación de la equidad sirve para que la persona mantenga, reduzca o aumente su esfuerzo. Por otro lado, el esfuerzo incrementa la percepción de la recompensas organizacionales y conduce a que se alcancen las metas personales, lo cual dependen de las necesidades dominantes, del grado de necesidad de realización personal y de los objetivos que orientan su comportamiento.