El órgano del tacto es la piel. En ella se encuentran distintos tipos de receptores, que permiten percibir distintos tipos de sensaciones: calor, frio, presión, dolor…
El tacto se percibe mediante sensaciones de deformidad de la piel captadas por los denominados mecanorreceptores. Estas sensaciones en conjunto, permiten conocer la forma, el tamaño, la rugosidad, etc.. de los cuerpos.