La adaptación escolar, es el proceso de asimilación a una nueva situación (lugar, personas, horarios, cultura) por la que pasan todos los niños, con o sin experiencias previas a nivel educativo. Los comportamientos y emociones en este periodo son variables y particulares, y no sólo involucra al niño, también es un proceso para los padres.
Fase de Ambivalencia: pasados los primeros días, la protesta pierde fuerza y comienza un periodo en el que el alumno alterna situaciones de rechazo y bienestar en clase y con el docente. Puede mostrar todavía síntomas de ansiedad y angustia con llantos y pataletas, pero empieza a aceptar el entorno.
Fase de Adaptación: a lo largo del primer mes de estancia en el colegio, la mayoría de los niños termina por adaptarse a la nueva situación. Supera la ansiedad, acepta al tutor y comienza a relacionarse con otros compañeros.
Fase de Protesta: puede durar una semana o más, en función de cada niño. En esta etapa, el pequeño toma conciencia de que está "solo". La protesta se manifiesta en lloros, intentos de huida, ansiedad, conductas regresivas, rechazo de los profesores o negación a participar en las actividades del aula.