Se caracteriza por la preeminencia del color sobre el dibujo coma la pintura al óleo sobre tela y en menor medida el fresco coma la preocupación por la luz y la técnica del claroscuro, búsqueda del movimiento (asimetrías, ondulaciones, que se consigue con composiciones complejas en aspa, elípticas u oblicuas ). Proliferan los temas mitológicos e históricos y retratos, que coexisten con temas religiosos, sobre todo en los países católicos.
También son frecuentes la representación de objetos inanimados (bodegones o naturalezas muertas) y escenas de la vida cotidiana y paisajes.