Revolución textil:
En la industria textil se sustituyó la manufactura de lana por el trabajo del algodón, aprovechando las plantaciones coloniales de La India y América. Hasta mediados del siglo XVIII el textil se elaboraba manualmente mediante ruecas y herramientas básicas (tornos de pedales) para hilar, tejer, lavar, blanquear y colorear.
La industria textil fue la primera en incorporar innovaciones tecnológicas y nuevas formas de organización del trabajo, al mecanizar los procesos de hilado y tejido, con la creación de máquinas en fábricas que pertenecían a un empresario capitalista. Los principales avances e innovaciones técnicas fueron:
Hiladoras
Water Frame (1769) de Richard Arkwright: es una hiladora movida por energía hidráulica, que podía mover cientos de husos de forma simultánea, creando un hilo más fuerte, pero grueso, e incrementando la producción textil
Spinning Mule Jenny (1779) de Samuel Crompton: hiladora movida por energía hidráulica, que obtenía un hilo más fino y resistente, e incrementando la elaboración de textiles.
Spinning Jenny (1764) de James Hargreaves: tras el empleo de la lanzadera volante de Kay, una sociedad científica ofreció un premio a quien inventara una máquina capaz de hilar varios husos a la vez. De esta forma, la Spinning Jenny incrementó la capacidad de hilado de uno a 24 husos a un mismo tiempo.
Telares
Lanzadera volante (1733) de Jonh Kay: permitió tejer más rápidamente telas más grandes y paños más anchos en menos tiempo, elevando la productividad en la fase de tejer rompiendo el equilibrio con el hilado, de forma que cada tejedor necesitaba mayor número de hiladores.
Telar mecánico (1785) de Edmund Cartwright: diseñó un telar accionado por energía hidráulica con un motor a vapor que aumentó considerablemente las cifras de producción.