Se considera su inteligencia, su razón y su lógica como la nota distintiva. Si el hombre tiene un
comportamiento diferente, es decir, no guiado por esa “parte lógica y racional”, se dice que el hombre
procede en forma irracional, e, incluso, en forma antirracional.
Pero el ser humano puede también
seguir un tercer procedimiento que no es racional ni irracional, sino simplemente arracional, es decir,
prescinde o no sigue “la razón”, la cual –bien analizada– puede ser un simple hábito mental, una
costumbre o una mera rutina mental.