Comunes en casi todos los lugares donde hay agua: lagos, charcas, océanos y suelos. Pueden ser móviles o sésiles y la mayoría se alimenta de organismos pequeños (bacterias, algas u otros protozoos) o de detritus, mientras que otros muchos son ectosimbiontes o endosimbiontes, y algunos son parásitos obligados u oportunistas. Tienden a ser protozoos grandes, algunos alcanzan hasta 2 milímetros de longitud, y su estructura celular es compleja y organizada.