El resto, 26 altos cargos de la expedición, son brutalmente asesinados por los hombres de Humabón, ocultos en la espesura. El sobresaliente Antonio de Pigafetta, autoerigido en cronista de la expedición, y Juan Sebastián Elcano, maestre de la nao Concepción, no se encuentran entre ellos. Son 115 los hombres que prefieren reducir a cenizas uno de sus barcos antes que verlo en manos enemigas