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LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO - Coggle Diagram
LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO
Hace 500 años, la expedición Magallanes-Elcano completó por primera vez la circunnavegación del planeta. Cinco naves con unos 250 hombres a bordo partieron de Sanlúcar de Barrameda. Tres años más tarde, supervivientes arribaría a puerto.
1/3 La única nave que regresó
La nao Victoria aparece en un mapa del geógrafo y cartógrafo flamenco Abraham Ortelius. De las cinco naves de la expedición de Magallanes, esta fue la única que regresó a Sevilla tras dar la vuelta al mundo 3 años más tarde.
2 / 3 Fernando de Magallanes
El expedicionario portugués estaba al mando de unos 250 hombres que partieron junto a él en 5 naves.
3/3 Juan Sebastian Elcano
Elcano capitaneó la expedición desde la muerte de Magallanes. Aquí en un óleo a partir del grabado de L. Fernández Noseret sobre dibujo de J. López Enguídanos.
Hace ahora 500 años, partía de Sevilla una flota al mando de Fernando de Magallanes, que le había vendido al rey de España su idea de llegar a las islas de las Especias por el oeste. El experimentado marino vasco que podían imaginar que aquella expedición acabaría por circunnavegar por primera vez el planeta, haciendo historia.
El hambre y la fatiga para todos, la muerte para muchos y la gloria para unos pocos elegidos fue el balance de la gesta que conectó el mundo entero por primera vez. La historia de quienes vivieron para contarlo y de quienes murieron en el intento ha llegado hasta nosotros a través de varios de los hombres que la protagonizaron.
UN MUNDO TODAVIA DESCONOCIDO
El monarca Manuel I de Portugal rechazó la propuesta de Magallanes, Toscanelli pensaba que la Tierra era una cuarta parte más pequeña de lo que en realidad es y estimaba su circunferencia en 29.000 kilómetros en lugar de los 40.000 que ahora sabemos que mide.Aseguraban conocer un paso a través de las Américas para bordear el nuevo continente y llegar a ese mar del Sur que había avistado ya cinco años antes.
EL ORIGEN DE UNA GESTA HISTORICA
Desde mediados del siglo XV Europa hervía en la búsqueda de nuevos mundos, nuevos puertos y nuevas rutas comerciales. La toma de Constantinopla en el año 1453 por parte del sultán Mehmed. A finales de siglo, cuando el descubrimiento de América demostró que aún quedaban tierras por explorar, la mayoría ilustrada intuía ya que el mundo no acababa en un salto abrupto al vacío.
¿UNA IDEA INNOVADORA?
En marzo de 1518 se firmaban en Valladolid las capitulaciones entre el rey español y el navegante portugués. En ellas quedaban fijados los objetivos y las recompensas.
Pese a los rumores de que el rey de Portugal intentaría por todos los medios sabotear la expedición, mientras las naves se aprovisionaban en Sevilla el sueño de Magallanes parecía a punto de materializarse.
250 HOMBRES, 5 NAVES Y UNA GRAN AVENTURA POR DELANTE
El 20 de septiembre de 1519, 40 días después de haber zarpado de Sevilla, las naves iniciaron su travesía oceánica desde Sanlúcar de Barrameda con víveres para dos años.
Podemos imaginar la desazón del navegante: perseguido por sus compatriotas, para quienes era un traidor, o vigilado por los mandos españoles, para quienes podía ser un espía de los portugueses
UN MOTÍN SE CASTIGA CON LA MUERTE
Los capitanes de otras dos naves, Quesada y Mendoza, liberaron a Juan de Cartagena. El levantamiento fue repelido y el marino portugués ordenó inmediatamente la pena capital para los implicados.
VOLVER O CONTINUAR ADELANTE
Esteban Gómez aprovechará un momento en que las naves se separan para derrocar al capitán de la San Antonio, Álvaro de Mesquita (primo de Magallanes), dar media vuelta y volver a España.
Ante el rey afirmará que se ha perdido del resto de las naves, a las que sin duda la “locura” de Magallanes ha empujado a la muerte», reseña Luis Mollá. El rey terminará por crear en 1525 una filial de la Casa de Contratación en La Coruña para buscar otro paso, el del Noroeste
A finales de noviembre se atravesó por vez primera el paso que hoy conocemos como estrecho de Magallanes.
Ni siquiera se pararon a aprovisionarse. No tenían modo de saber que estaban ante el mar más grande que se había navegado nunca.
Durante tres meses de desesperación navegaron rumbo noroeste, en busca del ecuador y las Molucas. era evidente que las Molucas, en la línea del ecuador, habían quedado bastante más al sur.
PAGAR UN PRECIO MUY ALTO
Esas alianzas le costaron muy caras. Humabón, el cacique de Cebú, le sugirió reducir a un jefe rival, Lapu Lapu, de forma que él terminara gobernando sobre todas las islas, que por supuesto pondría al servicio del lejano rey de España.
Todos subestimaron a Lapu Lapu, quien esperó con 1.500 guerreros agazapados en la playa a que los españoles, con el agua por los muslos y las pesadas armaduras, llegaran hasta la orilla dispuestos a entablar una batalla desigual.
REGRESO A ESPAÑA
Mientras, aún a bordo de la destartalada nao que los ha traído a casa, Juan Sebastián Elcano escribe una carta al emperador Carlos V, a quien jamás hubiera imaginado dirigirse.
Finales de abril de 1521. Su sueño de alcanzar las Molucas por el oeste ha culminado muy al norte de las ansiadas islas, en Filipinas, unas tierras que en Europa nadie conoce.
RUMBO A LAS MOLUCAS
La precipitada decisión de Carvalho, que los ha expulsado del paraíso, y su errático derrotero, que los lleva a sobrevivir como corsarios, pasan factura al capitán portugués. El 15 de agosto se decide su sustitución. Espinosa pasa a llevar el mando de la Trinidad y Elcano asciende de rango y pasa de maestre a capitán de la Victoria.
LLEGADA A SANLÚCAR
l 6 de septiembre arriban a la localidad gaditana.
se estima que los supervivientes han recorrido cerca de 42.000 millas, es decir, unos 78.000 kilómetros. No una, sino casi dos vueltas al mundo.
Carlos V responde a la misiva de Elcano apenas una semana más tarde. Le pide que tome a dos hombres de su confianza para reunirse con él en Valladolid y contarle de viva voz la aventura.
UNA NUEVA EXPEDICIÓN
el rey fletó una nueva expedición tres años despuésFue un absoluto fracaso.El 6 de agosto el cadáver de Elcano descansó para siempre en el océano en el que había rozado la gloria.