la ejecución del liberalismo económico deja completamente a un lado las consideraciones sociales, desatendiendo a los sectores más desfavorecidos, que no tienen participación en la economía
no disfruta de los programas económicos empleados por el Estado y, al independizarse de este, es blanco de muchas críticas y amenazas
al defender el libre comercio internacional, abre la frontera a mercancías y productos extranjeros, lo cual perjudica a la producción y competencia nacional