En la nucleación, pocos iones, átomos y moléculas se unen para formar un sólido estable, a menudo estos núcleos son formados sobre la superficie de contaminantes sólidos suspendidos, como partículas de polvo. Por ello, la precipitación es conducida por la competencia entre la nucleación adicional y el crecimiento de núcleos existentes. Si está nucleación predomina, se producirá un precipitado formado por un gran número de partículas pequeñas, y si predomina el crecimiento, se producirá un pequeño número de partículas de mayor tamaño.