La poda sináptica continúa durante la niñez media y la adolescencia, sobre todo en la corteza, mientras que la mielinación se sigue produciendo incluso durante la década de los veinte (Johnson y De Haan, 2001; Merzenich, 2001; Paus y otros, 1999). Desde la niñez media hasta el final de la adolescencia o, incluso, la edad adulta, diversas partes del cerebro, principalmente los lóbulos fron- tales y temporales, el hipocampo, la amígdala y el cuerpo calloso, todos los cuales desempeñan un papel crucial para el pensamiento y el aprendizaje, incrementan de manera importante su tamaño (Giedd y otros, 1999a; Sowell y Jernigan, 1998; Walker, 2002).