En los estadios iniciales suele ser una enfermedad asintomática. Los síntomas aparecen más tarde, como el dolor óseo espontáneo o a la presión, deformida- des óseas, debilidad en la musculatura proximal y fracturas. El dolor óseo suele ser difuso y con aumento progresivo de la intensidad, predomi- nante en la columna lumbar, pelvis, costillas y extremidades inferiores. Las fracturas, espontá- neas o asociadas a traumatismos de intensidad leve, suelen afectar a costillas, vértebras y hue- sos largos.