Para la obtención de los aceites vegetales comestibles existen dos técnicas de extracción muy utilizadas tanto a escala laboratorio como a escala industrial que son: el prensado, que se puede realizarse en caliente o en frío de acuerdo al material vegetal a tratar y la extracción con disolventes. Sin embargo, el método más utilizado es el prensado; esto básicamente a que muchas veces cuando se trabaja con disolventes, estos quedan impregnados en el aceite, reduciendo la posibilidad de utilizarlo como alimento. Adicionalmente, utilizar dicha técnica de extracción aumenta los costos de extracción, ya que no siempre se recupera todo el solvente