En la adolescencia las pulsaciones sexuales y agresivas aumentan, las frustraciones surgen, son perdidos los placeres de la niñez, hay peligros nuevos, por lo que la tensión y ansiedad aumenta, el superyó se muestra estricto. En la adultez también hay periodos de ansiedad y tensión. Algunas de las personas no tienen éxito al lidiar con la tensión y el estrés, siendo este caso en especial cuando la represión es inadecuada, no se establecieron firmemente los límites del yo y si hay facilidad para reactivar los conflictos infantiles.