Las últimas crisis internacionales tienen una causa común: la falta de correspondencia entre el alcance mundial de los bienes públicos globales, derivado del propio proceso de globalización, y el carácter nacional de las unidades políticas de decisión
De este modo la ausencia de una política pública global y, por lo tanto, el que se produzca una provisión inadecuada de esos bienes públicos globales se debe a la presencia de tres insuficiencias básicas: desequilibrio jurisdiccional, carencias participativas, ausencia de incentivos adecuados