La comunidad científica y la industria podrán obtener mayor exactitud en sus mediciones gracias a esta redefinición. Ya que fueron elegidas constantes naturales para adecuar las unidades de medida, las definiciones revisadas evitarán modificaciones ante futuras mejoras en las tecnologías que se han empleado hasta hoy para las mediciones.El kilogramo, por ejemplo, que se definía en función de un patrón consistente en un cilindro de 4 centímetros de platino iridio, conservado en una caja de seguridad en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas desde 1889 en Francia, se definirá en adelante con base en la constante de Planck.Para redefinir el mol se usará un número específico de átomos o moléculas: ya no dependerá de la unidad de masa, el kilogramo, lo cual dará más precisión a las mediciones. El amperio, se medirá con una bomba de electrones que genera una corriente medible en la que se pueden contar los electrones individuales. El kelvin se definirá con base en el nuevo sistema de termometría acústica que permite determinar la velocidad del sonido en una esfera llena de gas a temperatura fija.