Las nuevas leyes, en particular la Ley de Seguridad Pública y del Estado, y el Plan Nacional de Desarrollo o del Buen Vivir fueron creadas bajo el concepto que el objeto sustantivo de protección son los ciudadanos y los intereses soberanos de la nación; y por lo tanto, el Estado tiene hoy, la obligación de protegerlos, convirtiéndolos, de esta manera, en los objetos de la seguridad