TIPO A
√ RADIOGRAFÍA DE TÓRAX. Generalmente muestra cardiomegalia global discreta la cual es influida fundamentalmente por el crecimiento de las aurículas y que se acompañan de manifestaciones de hipertensión venocapilar pulmonar.
√ FONOCARDIOGRAMA. El trazo demuestra la ausencia de soplos, la presencia de un llamativo IV ruido chasqueante, traducción del impedimento al llenado diastólico, o bien, en ocasiones lo que se demuestra es un chasquido protodiastólico tardío. En el foco pulmonar se puede demostrar el reforzamiento del llp, traducción clínica de hipertensión pulmonar; asimismo, no es raro que el II ruido se encuentre desdoblado por abreviación del período expulsivo izquierdo y anticipación del IIa.
√ ECOCARDIOGRAMA MODO M.
1.- Dimensión de cavidades. Si ante un cuadro de hipertensión venosa sistémica e hipertensión venocapilar, las dimensiones de las cavidades ventriculares medidas por ecocardiograma modo M son normales, se descarta la posibilidad de insuficiencia cardiaca y el diagnóstico debe orientarse hacia un síndrome restrictivo (miocardiopatía restrictiva versus pericarditis constrictiva). La dilatación de la aurícula izquierda es hallazgo característico en el ecocardiograma modo M de este tipo de miocardiopatías.
2.- Ecograma mitral. Cuando la restricción ventricular es muy acentuada, el ecograma mitral refleja los cambios hemodinámicos que se suceden en el ventrículo izquierdo; así, la presión al inicio de la diástole (D1
) mucho menor, permite una apertura valvular mayor mientras que la gran elevación de la presión
intracavitaria al final de la diástole (D2 ), provoca una apertura valvular muy limitada en este momento. La morfología del ecograma mitral ayuda a establecer el diagnóstico diferencial con relación de la presión telediastólica del ventrículo izquierdo por insuficiencia cardiaca en donde la muesca ′′B′′ del ecograma mitral y el alargamiento del intervalo A-C, son las caracterís-ticas de ésta.
3.- Semiología del movimiento septal.
a) Miocardiopatía restrictiva simétrica: En esta entidad el septum interventricular participa por igual que las paredes ventriculares de la infiltración y rigidez miocárdica, de tal forma que el movimiento septal está escasamente influido por los eventos hemodinámicos intracavitarios.
b) Pericarditis constrictiva. Dado que la coraza pericárdica aprisiona las paredes ventriculares, el septum interventricular es la única pared no constreñida; ello favorece que los cambios hemodinámicos que se suceden dentro de las cavidades ventriculares se traduzcan en los cambios del movimiento septal a través del ciclo cardiaco; así, después de la contracción auricular derecha el septum mueve hacia atrás, lo cual es seguido de un movimiento hacia adelante que es condicionado por la contracción auricular izquierda. La semiología del movimiento septal ayuda grandemente al diagnóstico diferencial entre la miocardiopatía restrictiva simétrica y la pericarditis constrictiva cuando se busca intencionalmente.
√ ECOCARDIOGRAMA BIDIMENSIONAL. Este estudio es de mayor sensibilidad para demostrar el engrosamiento de las paredes ventriculares del miocardio infiltrado, pero quizás es el signo más útil para el diagnóstico apical de cuatro cámaras al demostrar las dimensiones normales o reducidas de las cavidades ventriculares que contrastan con la enorme dilatación de las cavidades auriculares. El derrame pericárdico es un hallazgo frecuente como consecuencia de la hipertensión venosa sistémica.
√ ECOCARDIOGRAFÍA DOPPLER.