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"VALORACIÓN GERIÁTRICA Y LOS DIVERSOS INSTRUMENTOS DE VALORACIÓN"…
"VALORACIÓN GERIÁTRICA Y LOS DIVERSOS INSTRUMENTOS DE VALORACIÓN"
La VGI se define como un proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinario, diseñado para identificar y cuantificar los problemas físicos, funcionales, psíquicos y sociales que pueda presentar el anciano, con objeto de desarrollar un plan de tratamiento y seguimiento de dichos problemas, así como la óptima utilización de recursos con los cuales afrontarlos.
Valoración funcional:
La importancia de la valoración funcional radica en que se ha observado que los ancianos con alteraciones en la funcionalidad tienen
Normalmente, la funcionalidad incluye tres componentes: actividades básicas de la vida diaria (abvd), actividades instrumentales de la vida diaria (aivd) y capacidad de movilidad.
Las abvd hacen referencia a todas aquellas actividades indispensables para la supervivencia (sólo quedan por debajo de
Las aivd son aquellas necesarias para vivir de manera independiente y están influenciadas por el contexto social y cultural de la persona; incluyen tres áreas:
El propósito de la valoración funcional es la detección, cuantificación e identificación de las fuentes de la disminución de la capacidad funcional.
Para la valoración de las actividades básicas se han propuesto diferentes escalas, dentro de las cuales el índice de Barthel es el
más reconocido y empleado en la actualidad para medir la evolución de sujetos con procesos neuromusculares y musculoesqueléticos crónicos
mayor posibilidad de ser institucionalizados, hay aumento de la mortalidad y mayor consumo de recursos, e incluso puede predecir futuras discapacidades.
ellas las funciones vegetativas): bañarse, vestirse, arreglo personal, continencia urinaria, movilización y alimentación.
labores domésticas (lavado de ropa, cocina, aseo), actividades asociadas con el uso de transporte y compras, y actividades cognoscitivas (uso de teléfono, manejo de dinero, administración de medicamentos).
Valoración clínica:
Es importante tener en cuenta que en muchos casos puede ser difícil recolectar la información, debido a ciertas condiciones como la presencia de
Los adultos en cierto modo pueden presentar una sintomatología pobre y larvada, obviar síntomas, tener una presentación atípica de cuadros clásicos
Toda valoración clínica debe iniciar con una adecuada anamnesis, cuyo contenido no difiere del empleado en población adulta en general.
Vale la pena indagar qué fármacos está ingiriendo el paciente y sus posibles efectos adversos, por ejemplo antihipertensivos:
antidepresivos: efectos anticolinérgicos, confusión, insuficiencia cardiaca; neurolépticos y sedantes: depresión respiratoria, caídas, hipotensión,
déficits sensoriales como: auditivos y visuales, alteraciones de la comprensión, dificultad en la expresión, afasia, disartria y alteraciones cognitivas.
e incluso manifestar frecuentes alteraciones mentales como síntoma de afecciones orgánicas
hipotensión ortostática, síncopes, depresión, insuficiencia cardiaca; digitálicos: alteraciones gastrointestinales, arritmias, síndrome confusional;
síndromes disquinéticos, delirium, inmovilidad; diuréticos: deshidratación, incontinencia, hipopotasemia, hiponatremia, hiperglucemia, hiperuricemia, hipotensión.
Es cardinal hacer una adecuada revisión por sistemas que ayude a identificar el o los problemas que aquejan al adulto mayor. Para su ejecución, se interroga al paciente sobre los sistemas que con más frecuencia están afectados:
Cardiovascular: disnea, disnea súbita, síncopes, mareos, parestesias o frialdad de extremidad, edemas, dolor u opresión precordial, palpitaciones
Gastrointestinal: disfagia, atragantamientos (importante por la frecuencia y las complicaciones), dolor epigástrico, pirosis, regurgitación, hábito intestinal, color y consistencia de las heces
Órganos de los sentidos
Genitourinario: frecuencia miccional, polaquiuria, disuria, dificultad para la micción, hematuria
Músculo esquelético: debilidad proximal, mialgias, rigidez matinal, fracturas recientes, caídas, dolores articulares, alteraciones de la marcha, dolores dorsales
Neurológico: pérdida de conciencia, mareos, confusión, rigidez, temblor, alteraciones de la memoria y función cognitiva, déficit motor reciente
La exploración física es uno de los componentes esenciales en la evaluación clínica, sin embargo, hay que saber que puede ser difícil realizarla debido a las condiciones del paciente o a su falta de cooperación.
Valoración nutricional:
La antropometría es muy útil porque es fácil de obtener, además de económica, sobre todo cuando se aplica a poblaciones de ancianos sanos (aunque su obtención inicialmente sencilla se complica en ancianos enfermos, frágiles y en cama)
incluye peso, talla, índice de masa corporal, diámetro braquial y de pantorrilla, los cuales deben ser considerados en el contexto del paciente y de acuerdo con su edad y sexo.
La integridad nutricional es relevante en el mantenimiento de un correcto funcionamiento de los distintos órganos y sistemas corporales y de un estado de salud satisfactorio
Los marcadores bioquímicos juegan un papel esencial en la valoración del estado nutricional; pueden servir para detectar deficiencias nutricionales de forma
, además de su importante papel en la preservación de la autonomía y su trascendental contribución en la curación de enfermedades.
precoz incluso tiempo antes de que las medidas antropométricas se alteren y de que aparezcan signos clínicos o síntomas de desnutrición.
Valoración cognitiva:
El objetivo de esta valoración consiste en identificar algún deterioro cognitivo que pueda afectar la autosuficiencia
Las pruebas de tamizaje facilitan la detección de deterioro leve y moderado, permitiendo un diagnóstico más temprano y una intervención más eficaz.
Las pruebas de tamizaje son sólo una aproximación a un posible deterioro de las capacidades cognitivas del paciente,
del adulto mayor y así establecer estrategias de intervención de forma anticipada.
por lo que un resultado positivo debe siempre corroborase con una evaluación neuropsicológica completa.
Valoración afectiva:
El objetivo principal de la valoración afectiva debe ser identificar y cuantificar posibles trastornos que afecten o puedan comprometer la autosuficiencia del anciano.
La detección de la depresión y la ansiedad puede resultar difícil por diversos motivos: tendencia de los ancianos a negar sus sentimientos, presentación atípica de la enfermedad en la vejez, superposición de los síntomas a causa de ciertos medicamentos, entre otros.
Una de las condiciones subvaloradas a menudo en los adultos mayores es la afectiva o emocional, siendo ésta una característica determinante de la salud y calidad de vida del anciano.
Valoración psicosocial:
Un aspecto no menos importante es la evaluación del entorno familiar, las redes de apoyo y los recursos externos del paciente,
Un aspecto no menos importante es la evaluación del entorno familiar, las redes de apoyo y los recursos externos del paciente,
que pueden jugar un papel relevante en el proceso de atención y cuidado del paciente geriátrico.
que pueden jugar un papel relevante en el proceso de atención y cuidado del paciente geriátrico.