El contenido de sílice de las lavas permite determinar su viscosidad y consigo su velocidad. Es decir, coladas de lavas silíceas (riolíticas) se mueven lentamente, son gruesas, viscosas y raramente se desplazan largas distancias, mientras que las lavas basálticas (con bajo contenido de sílice) son más fluidas y, por lo tanto, viajan a mayores velocidades. De esta manera se pueden clasificar las coladas de lava en cuatro grandes grupos: coladas cordadas, coladas Aa, coladas de lava en bloques y coladas en almohadilladas.