La célula vegetal es aquella que compone muchos de los tejidos de los organismos pertenecientes al reino Plantae, es decir, las plantas. Las células vegetales, al igual que las animales, son eucariotas, por lo que poseen un núcleo definido (en el cual se encuentra el material genético), una membrana celular y distintas organelas ubicadas en el citoplasma.
Una célula vegetal típica es perfectamente diferenciable de una animal. Estas diferencias no solo obedecen a criterios morfológicos, debido a las necesidades del cuerpo de las plantas, sino también a las funciones que desempeñan y al tipo de metabolismo que poseen. La célula vegetal cuenta con estructuras distintivas que le permiten llevar a cabo el proceso de fotosíntesis, que es exclusivo del reino Plantae.
Tipos de célula vegetal
Los organismos del reino vegetal tienen muchos tipos diferentes de células. Los botánicos distinguen por una parte a las células iniciales o meristemáticas (las que se encuentran en los principales centros de crecimiento y división, donde la actividad mitótica es constante) de las células diferenciadas (que derivan de las células meristemáticas) y se clasifican en.
Células de parénquima. Son las encargadas del soporte del organismo, del transporte y almacenamiento de sustancias, así como de la propia fotosíntesis. Son las más abundantes, pero las menos especializadas del organismo vegetal
Células de colénquima. Dotadas de tan solo una pared primaria, están vivas durante la madurez y son típicamente alargadas, dándole tracción, flexibilidad y resistencia a los tejidos, es decir, son células de soporte plástico
Células de esclerénquima. Son células duras, rígidas, cuyas paredes secundarias poseen lignina, haciéndose impermeables. En la madurez de la planta suelen estar ya muertas, sin citoplasma, dejando únicamente una cavidad central vacía. Su rol principal es defensivo y de apoyo mecánico