Ingreso de aire. Antes de inhalar, la presión de aire en los pulmones es igual a la de la atmósfera: 760 mmHg. Para entrar aire la presión en los alvéolos debe ser menor, aumentando el tamaño de los pulmones. Cuando el tamaño de los pulmones aumenta, la presión disminuye y viceversa, lo que llamamos Ley de Boyle. Las diferencias de presión fuerzan el aire hacia adentro y afuera de los pulmones al inhalar y exhalar. Al inhalar se expanden los pulmones, disminuye la presión y aumenta el volumen. Para hacer esto se contrae el diafragma (inervado por nervios frénicos) y resisten los intercostales externos, aumentando el diámetro de la caja torácica. Inhalación en reposo= 1-3mmHg, 500 mL de aire, respiración forzada=100mmHg, 2-3 L de aire. En la cavidad pleural está la presión intrapleural, que siempre es negativa de 754-756mmHg en reposo. La presión del aire en los alvéolos es llamada presión alveolar y al aumentar el volumen de los pulmones esta baja de 760 a 758 mmHg. También participan músculos accesorios de la inhalación, especialmente durante a respiración forzada.