Las ideas de Parsons, por ejemplo, llegaron a tener tanta influencia porque hablaban a las sociedades desarrolladas de su situación después de 1945, que fue la de una prosperidad y un consenso político cada vez mayores. Pero perdieron terreno a finales de los sesenta y en los setenta, cuando comenzaron a aumentar los conflictos sociales internos y externos, con los nuevos movimientos pacifistas y antinucleares, las protestas contra la Guerra de Vietnam y la aparición de movimientos radicales de estudiantes en Europa y Norteamérica.