En el momento en que determinamos, por medio de alguna prueba, que el sujeto es "agresivo", estamos suponiendo que este rasgo es algo así como un fantasma o fuerza interna que determinará la acción del individuo en casi todas las situaciones. Este rasgo actuará e impulsará al individuo en su trabajo, en su hogar, o en la calle. La personalidad de este individuo puede ser clasificada como potencialmente "agresiva", con lo cual podemos estar haciendo una sobregeneralización de una conducta sobre todo el universo conductual y en todas las circunstancias
La corriente conductual podrá, por medio de algún inventario o registro directo, observar que el mismo sujeto se comporta en forma agresiva hacia ciertos estímulos ambientales. Esto es debido a que el aprendizaje ante otros estímulos seguramente fue diferente y determinado por las consecuencias específicas. La corriente conductual no habla de rasgos sino de probabilidad de respuesta ante estímulos específicos.