La parábola del Buen samaritano es narrada por Jesús y nos manda un fuerte mensaje, sobre como acercarnos a Jesús, Dios y su reino.
Dice que la caridad y la misericordia son las virtudes que guiarán a los hombres a la piedad y la santidad. Enseña también que cumplir el espíritu de la ley, el amor, es mucho más importante que cumplir la letra de la ley.
Me dice que ser generoso y humilde con los demás te ayudará a llegar a ser una mejor persona. Es una parábola que se relaciona con la realidad muy cercanamente, ya que nos enseña que realizar buenas acciones y obras con caridad nos hace crecer como humanos. También nos muestra que podemos cometer errores, como las personas que no ayudaron al samaritano y ni le socorrieron; pero que como humanos podemos arrepentirnos porque nadie es perfecto, y siempre Jesús nos perdonará. La fe debe manifestarse a través de nuestras buenas obras hacia el prójimo. Esto es lo que más nos acercará a Jesús.
Al leer y conocer esta parábola, he reflexionado sobre mis acciones en mi vida. Pueden ser más o menos acertadas, y siempre puedo rectificar, arrepentirme y aprender de mis errores. Todos nos podemos equivocar, pero tenemos que tratar ser humildes y generosos con los demás; siempre intentando hacer lo mejor tanto por nosotros como por el prójimo. Esta parábola tiene un sólido mensaje que nos enseña muchas cosas. A través de la fe y la caridad podemos evolucionar muy positivamente.