Liderazgo estratégico eficaz
Como se recalca en la figura 12.1, Hitt, Hiireland y Hoskisson (2000) señalan que, al iniciar el nuevo milenio, y ante los cambios estratégicos que afectan a todas las actividades humanas, las decisiones que tomen los CEO (chief executive officer) permitirán que las empresas se fortalezcan o, por el contrario, desaparezcan. Por ello, la capacidad y habilidad de estos para tomar decisiones y acciones estratégicas son de una importancia suprema. No solo es importante la capacidad para convertir la información en acción y el trabajo en información, sino también la forma en que los niveles de mando se comunican de manera efectiva con sus subordinados.
Pensamiento estratégico
El pensamiento estratégico se manifiesta en el ser humano de manera embrionaria desde los primeros meses de vida, y se pule y desarrolla a medida que el individuo va adquiriendo experiencia a lo largo de su vida. Dentro de una organización, el pensamiento estratégico es la suma del pensamiento creativo de varios individuos; además, implica integrar la intuición y el análisis con el objetivo de aprovechar las oportunidades y evitar que las amenazas afecten a la empresa. Este pensamiento incorpora la misión, visión, valores y estrategias de la corporación.
Actitud estratégica
Esta actitud debe ser establecida por el CEO mediante la transformación en la postura de la cúpula directiva para posibilitar la rápida adaptación de la empresa a un entorno cada vez más cambiante. El centro de atención de la dirección debe desplazarse desde el ámbito interno de la empresa hacia las relaciones empresa-entorno y la eficacia.
Intención estratégica
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