Limitación de grasas saturadas y trans, azúcares añadidos y sodio, la selección de alimentos más saludables, el control del tamaño de las porciones, la consistencia en el horario de las comidas, el consumo diario de una cantidad consistente de carbohidratos, el aumento de la ingesta de frutas y verduras frescas y de carbohidratos de grano entero.