Todo candidato a cirugía o procedimiento endoscópico debe ser evaluado con historia clínica, análisis de laboratorio y estudios de gabinete, valoración cardiovascular, anestésica, nutricional y psicológica, en su caso psiquiátrica. Informar al paciente de ventajas, desventajas y riesgos a corto, mediano y largo plazo. El tiempo, frecuencia y características del seguimiento, dependerán de la técnica quirúrgica utilizada y de la respuesta del paciente.