Reducir la agresividad a la naturaleza y realizar evaluaciones de impacto ambiental son tipos de investigación que prevén el posible daño de una actividad, y autorizan, modifican o incluso prohíben la actividad en función de sus resultados.
Por otro lado, se desarrolló una estrategia para ponderar los esfuerzos realizados en política ambiental.
A pesar del éxito y el progreso local, la situación global sigue siendo preocupante frente a amenazas como el agotamiento de los recursos naturales, el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad. Por ello, se realizó una conferencia internacional dedicada a estos temas.
A través del "Protocolo de Kioto" (1997) y la Cumbre del Clima celebrada en Copenhague (2012), la gente intentó llegar a un acuerdo efectivo para reducir las emisiones de gases contaminantes y mitigar el cambio climático. Sin embargo, debido a las diferencias posteriores, no se obtuvieron resultados.
El Acuerdo de París (2015) prevé medidas para limitar el calentamiento global y lograr economías con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, dependiendo del desarrollo de cada país. En 2017, Estados Unidos, uno de los países más contaminantes, anunció su retiro del tratado, lo que redujo su efectividad. Además, en la Cumbre de Katowice (2018) aún no se han aprobado medidas específicas sobre cómo adaptarse y financiar la economía baja en emisiones, por lo que el avance real de estos acuerdos internacionales es muy limitado.