La teledetección se define como la observación a distancia de los objetos, sin estar en contacto directo con ellos. Montados sobre distintas plataformas, los sensores remotos pasivos capturan la energía electromagnética proveniente del sol que es reflejada, así como la emitida por la superficie terrestre en distintas longitudes de onda (Visible: 0,4-0,7 μm, Infrarrojo Cercano: 0, 7-1,3 μm, Infrarrojo Medio: 1,3-8 μm, Infrarrojo Térmico: 8-14 μm).
Los sensores activos (sistema radar), por su parte, no depende de la energía electromagnética del sol ni de las propiedades térmicas de la Tierra, sino que generan su propia energía electromagnética que: 1) es transmitida del sensor hacia el terreno independientemente de las condiciones atmosféricas (por ejemplo, nubes); 2) interactúa con el terreno produciendo retro dispersión - energía Re irradiada hacia el sensor-; y 3) está registrada por el receptor del sensor.
A partir de las características espectrales de las distintas coberturas de la superficie terrestre (firma espectral) se han desarrollado diversas aplicaciones asociadas a los eventos de inundación y de incendios. Dichas aplicaciones pueden agruparse en: 1) la detección y cuantificación de las áreas afectadas, 2) el seguimiento o evaluación en tiempo real, 3) el análisis posterior al evento, o 4) la prevención y la caracterización de las condiciones predisponentes .