Las influencias externas son muy relevantes para que el proceso de formación
de nuestra autoestima sea apropiado. Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no
prestan atención, se burlan o se ríen del niño cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un
pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresa miedo, pide compañía, busca
protección, siente vergüenza, etc.