Por ello, critica a los autores que, según él, deberían incluirse en el canon, así como la creciente influencia de los estudios culturales sobre las preocupaciones sexuales, religiosas, raciales y económicas en las universidades estadounidenses. El canon, en opinión de Bloom, es una lista de supervivientes que han triunfado gracias a la fuerza estética de sus obras, a una poderosa influencia derivada de su privilegiada posición social o a la simple y llana suerte. En ningún caso, sin embargo, el canon sirve como representación de una clase social o de la lucha de clases. Puesto que el autor es un ser humano único, no puede considerarse que hable en nombre de un determinado grupo social. Media (2013), página 1.
El canon occidental, una polémica creada en Norteamérica en torno a la obra de Harold Bloom, está a punto de desarrollarse. Para Bloom, todo comienza con la defensa de la estética y la construcción artística individual frente a la ideología, ya que considera que los estudios culturales rechazan la estética.
Otras concepciones
Otros críticos literarios han expresado anteriormente su opinión sobre la idea de que la estética debe primar sobre todos los demás factores. Los siguientes autores, de los que podría hablar extensamente, me parecen los más importantes para entender la polémica actual:
I. Lotman afirmó en 1970 que algunos cánones están dominados por la estética de la diferencia, mientras que otros han estado históricamente dominados por la estética de la identidad.
En su libro de 1987 Professing Literature: An Institutional History, Graff señalaba que una de las causas de la falta de acuerdo en la formación del canon se debía a las repetidas rupturas de los patrones críticos que cada escuela sucesiva rechazaba hasta ridiculizarlos y abandonarlos. Como resultado, el clima radical de desacuerdo fue lo que dio origen a los estudios literarios estadounidenses.
Según Barbara H. Smith, la permanencia asegurada por un canon tiene menos que ver con un valor trascendental que con la persistencia y supervivencia de actos evaluativos específicos en una sociedad determinada.
Flower en 1979 distingue diez tipos diferentes de cánones, según las distintas funciones que puedan cumplir:
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