La igualdad en el empleo significa que todos los trabajadores deben tener las mismas oportunidades para conseguir empleo, ser promovidos, y tener acceso a las mismas condiciones y beneficios laborales, independientemente de su raza, género, orientación sexual, discapacidad, etc. Esto incluye protección contra la discriminación en el empleo, y garantizar que los trabajadores tengan acceso a un salario justo, condiciones de trabajo seguras y saludables, y derechos laborales fundamentales.