La unión de los dos procesos investigativos, la búsqueda de lo general y universal, y la búsqueda de lo particular ordinario, ha exigido el desplazamiento de su ubicación, en el continuo Ciencia <=> Arte, desde la posición de una rigidez inadecuada para las ciencias humanas, hacia una más cercana al Arte; ha exigido un nuevo espacio bajo el concepto de “Ciencia y Arte”. Esto parece que ha sido entendido, incluso, por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, tan centrado durante décadas en una visión netamente positivista, cuando, hace unos años, creó el Departamento de “Ciencia y Arte”